Era un partido trampa y, lamentablemente, se confirmó. Por las dimensiones del campo, por lo que sea, pero O Cascabeiro no es un campo donde hayamos recogido en los últimos años muchas alegrías.
Si hay un adjetivo para calificar este partido ese es el de "extraño". No es fácil encontrar un partido en el que los dos porteros acaben expulsados y donde un colegiado pite el final de la segunda parte sin que hubieran transcurrido los 45 minutos reglamentarios habiéndose hecho todos los cambios y con innumerables interrupciones del juego, propias del señor Rodríguez Mouzo. Esto último es una anécdota ya que el colegiado no tuvo ningún tipo de responsabilidad en la derrota.
Los estilos de ambos conjuntos quedaron claros desde el primer minuto de juego. Los nuestros con su particular forma de jugar, el tiki taka. Los locales, sin renunciar al toque, apostaron más por el juego directo con balones a la espalda de nuestra defensa. Tienen jugadores rápidos y, normalmente, el que aprovecha más y mejor sus recursos tiene más posibilidades de llevarse el gato al agua.
Los primeros instantes no dejaron un dominador claro. Sin acercamientos claros. Sin ocasiones para ninguna de las dos escuadras. Chefo, por parte de la SD O urol, conduciendo el juego de los nuestros y Happy por parte del Celta con su agresividad en la presión y continuos desmarques quisieron tomar el mando de las operaciones pero la primera jugada clave del duelo no llegó hasta el minuto 22. Un balón largo a la espalda de la defensa fue controlado por Happy y, cuando se disponía a regatear a José Ramón, éste despejó el balón con la mano. La jugada no deja lugar a dudas. Roja.
El partido se ponía muy cuesta arriba aunque, paradójicamente, no afectó demasiado al desarrollo del resto de la primera mitad. El duelo seguía extremadamente equilibrado.
Hasta que en las postrimerías de la primera parte llegó la segunda jugada clave, pase interior que caza Zeus que se dispone a regatear al portero y batirle a portería vacía.. pero es cazado por Jonatan. Roja por jugada manifiesta de gol. Penalti. Chefo transformó, suave y a la izquierda. El encuentro daba un giro de 180º. Gol psicológico. Se nos ponía muy bien.
En la segunda parte el C Barreiros salió dispuesto a darle la vuelta al marcador desde el primer minuto. De hecho, la primera ocasión es un cabezazo en posición más que franca que atrapó Chicha. El encuentro subía de intensidad, Rañón se ganó una amarilla a pulso tras una dura entrada a Adri en la banda y encararse con el público ourolense.
Un minuto después llegó el empate. De nuevo balón a la espalda e Iván Sánchez transforma de disparo raso abajo. Aquí es donde, a nuestro juicio, estuvimos poco acertados. Con el marcador a favor jugamos demasiado abiertos, sin la presión de los demás partidos, lógica circunstancia dado que es imposible ejercerla ante las dimensiones del campo, y con la defensa adelantada, fuimos un juguete en manos del Celta Barreiros. Se puede decir que jugamos como querían los locales. Simplemente con su gente rápida y con balones en largo fuieron dominadores absolutos del ritmo del partido en la segunda mitad.
Aun así Zeus nos pudo poner por delante tras un gran pase de Pablo que lo puso solo delante del portero pero el Halcón no acertó a realizar la vaselina que pretendía.
De ahí al final, dominio total de los locales que se materializó en un gol de Rañón calcado al primero, dos goles anulados por fuera de juego y más ocasiones de los celestes que se merecieron una victoria con más goles de diferencia.
En fin, derrota. Si se sacan conclusiones de la misma, bienvenida sea. Un equipo completo es el que se adapta a todo tipo de circunstancias, a todo tipo de terrenos de juego y que, partiendo de su forma de jugar, moldea su estilo en aras de dicha adaptación. Nosotros aspiramos a convertirnos en ese equipo.
Próxima parada: O Coto. Domingo 4 de Noviembre. Buena oportunidad para resarcirse del resbalón de O Cascabeiro. Hay que levantar la cabeza. Alguien tiene que pagar los platos rotos.
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