viernes, 4 de mayo de 2012

Contra la injusticia: FÚTBOL


Partido enorme. E-NOR-ME. Vibrante y con alternativas. El Luis Pimentel, ante su público, disputaba una auténtica final. Con dos victorias estaba en 2ª autonómica. Y no tardó en demostrarse la mencionada cualidad del partido. El Luis López Gorgoso, lleno, engalanado. La ocasión lo merecía. 

Tardó mucho en tomarle el pulso la SD al partido. Dominada por la propuesta futbolística de toque del Luis Pimentel se vio acorralada en los primeros minutos. Poco a poco las ocasiones empezaron a llegar pero todas tuvieron un claro protagonista. Nuestro guardameta J. Ramón desesperaba a los aficionados locales con sus paradas. Mucho portero.

Media hora de acoso local se acabó de forma abrupta. En una contra visitante, una internada por la banda izquierda de Iván Dovale no fue remachada por Marco por muy poco. Ocasión clarísima.

El partido entraba en una nueva dimensión. Se endureció. La tensión se mascaba en el ambiente. Muchos roces entre los jugadores. El Luis Pimentel lo provocó y la SD no se arrugó, con carácter, aceptó el combate.

Y, por si fuera poco, otro elemento salió a relucir. El arbitraje. Óscar Carballo Vázquez quiso ser protagonista y se inventó un largo descuento en la primera mitad y posteriormente un penalti. Con el Luis Pimentel jugándose el ascenso y visitando Lugo era algo con lo que ya se contaba. La conexión entre el equipo local y el colectivo arbitral es muy...... estrecha. Desquiciante pero esperado. Es cierto que nuestro equipo no tuvo una primera mitad muy productiva, sólo la ocasión de Marco, en lo demás se limitó a defenderse pero concediendo ocasiones. Aun así, uno de los cocos de la categoría no habría podido pasar del 0-0 si no es por la estimable ayuda del trencilla.

La 2ª parte comenzó con la imagen de la justicia en la retina. El Luis Pimentel buscó con ahinco el 2º gol. Buena prueba de ello era lo adelantado de su retaguardia, en el medio del campo. Siguió y siguió presionando. Pero la SD no se achicó. En un balón largo nuestro killer, Zeus, demostró que lo más importante para jugar al fútbol es la inteligencia. La técnica, el físico, sí, son importantes. Pero al fútbol, aunque parezca lo contrario se juega más con la cabeza que con los pies. Un gran futbolista se caracteriza por saber anticiparse a la jugada. Y Zeus lo es. Leyó una cesión al portero local de cabeza y se adelantó a éste para, con un toque sutil, poner el empate. CRACK. Pronto estarás de nuevo con nosotros haciendo lo que mejor sabes hacer: goles.

Y, con la grada muda, llegó un segundo mazazo. Zeus, de nuevo Zeus, con un pase en profundidad dejó solo a Iván Dovale ante el portero al cual regateó y lo batió a portería vacía. Los hinchas ourolenses enloquecían, los locales no se lo creían. El ascenso corría serio peligro.

De ahí al final nuestro habitual bajón físico. Lógico, el ritmo del partido había sido altísimo. Tocó sufrir. El Luis Pimentel se volcó, más que lógico. Uno de sus hombres forzó una falta cuando estaba de espaldas a nuestro marco. Más error del defensa que acierto del delantero. La colgaron y Vilanova puso el empate. Era el min 88. Quedaba tiempo todavía. Y quedó para varios balones a la olla de los lucenses, ya a la desesperada y para un paradón antológico de J. Ramón que provocó varios desmayos en la grada. La tensión era irrespirable. El trencilla añadió casi 6 minutos pero el marcador no se movió.

A partir de ahí, transistores. La sorpresa de A Cha con el San Román 1 SCD Roupar 2 hizo que el empate para el Luis Pimentel fuera valiosísimo. El resto ya todos lo sabemos.


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