miércoles, 14 de enero de 2009

Otra goleada...

Ourol 1 : Samu, Edu (I), Vare, Juan, Chema, Tonino, Paz, Marco, Carlitos, Eloy y Kiños. También jugó Alex.

San Román 6 : Jorge, Marcelino, Rubén, Mérito (I), Javier, Hugo, Cándido (III), Leonardo, No (I), Kenedy (I) y Nelson. También jugó Marco.

Árbitro: Cesáreo Vidal Fernandez (Delegación de A Mariña)

Partido disputado en el campo ourolense con una escasa afluencia de público. El partido comenzó con un minuto de silencio en memoria del padre del presidente y del tesorero D. Victor García.
Los dos equipos salieron muy metidos en el partido y lucharon los primeros balones como si fueran los últimos. Todo marchaba bien y se auguraba un buen partido hasta que apareció él, y éste no es otro que el árbitro del partido, Cesáreo.
Se inventó un penalty en el área ourolense donde no lo había y ésta sólo era el primer error grave que iba a tener.
Tras este gol de penalty que dejó mermado al Ourol, se sucedió a continuación un tremendo zarpazo de No que se coló por toda la escuadra.

El Ourol a partir de ese momento metió a sus rivales en su campo y los tenía acorralados.
Aún así la primera parte iba acabar con este resultado de 2-0.
La segunda parte empezó con los ourolenses volcados ante la meta rival y el primer aviso lo dió Marco que estrelló un tremendo disparo desde la frontal del área en el travesaño.
Poco después de esta clara ocasión, una espectacular jugada de Edu que parecía el Ronaldo del Barça contra el Compostela iba a acortar distancias en el marcador. Se fue de hasta 5 jugadores y puso de un buen zurdazo el balón dentro de las mallas.
El partido parecía estar muy cerca del empate pero volvió a aparecer el árbitro, por llamarle algo. Tras una trifulca en el que el único que no intentaba disputar el partido era el jugador del San Román, Leonardo, el hombre que portaba el chifle no se le ocurrió mejor cosa que expulsar al acosador y al acosado ( Kiños). Mucha televisión y poca valentía es lo que demostró Cesáreo en su manera de dirigir este partido. El joven delantero del Ourol no se lo podía creer, pues estaba ante la primera expulsión de su carrera y aún encima sin comerlo ni beberlo.
Esta acción provocó una desconcentración clara en los jugadores ourolenses que cuando mejor estaban jugando, tras un despeje hacia atrás iban a dejar sólo en un mano a mano con Samu al delantero romanés que no fallaba. Era el 3-1 en el marcador.

A partir de ese momento el partido se rompió y tras unas contras mortales se fueron sucediendo los goles.
Eso sí, hay que mencionar que el señor árbitro, en un partido que no fue duro en exceso expulsó a dos jugadores más del equipo visitante. Este hecho se entendió como una compensación por el penalty inventado y la expulsión fácil sin motivo alguno. Alegó en el acta insultos, pues vaya oido debe tener este árbitro, ya que se encontraba a unos veinte metros de la jugada.

No se debe echar la culpa de la derrota al colegiado porque los jugadores ourolenses también tuvieron fallos importantes pero no es normal este arbitraje.
Para poner la guinda al pastel el colegiado, Don Cesáreo le confesó al capitan local "no se cómo dirigir este partido", pues bien que cogió el dinero al finalizar el encuentro.

Los mejores del partido por parte del Ourol fueron Edu y Marco; mientras que en equipo visitante destacó Mérito, Cándido y No.

El Crack: Cándido, un peligro con el balón en los pies que no perdonaba cuando tenía la oportunidad.

El Dandy: Edu, impresionante jugador que jugando de central pilló un balón a 30 metros de la porteria y se regateó a cuanto encontraba en su camino para marcó un precioso gol.

El Duro: Leonardo, un ser sin educación que se dedicó a provocar a la gente. Realizó entradas duras y fue expulsado sin saber el árbitro el porqué cuando se tenía que ir del campo él sólo y por agresión.

Vaya Día: Cesáreo, el árbitro del partido al que se le quedó demasiado grande el partido.

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