Remontar una desventaja en A Canteira de tres tantos en un cuarto de hora. Hay pocos equipos que lo pueden decir.
Es de justicia decir que el partido podía quedar senteciado en la primera parte (si no lo estaba ya). Los delanteros de Román fallaron innumerables ocasiones ante Serantes. Algo que terminaron pagando con dos puntos en sus aspiraciones de meterse en play off al final de la presente campaña.
Parecía todo resuelto cuando Alberto hacía el tercer tanto pero Hugo desde el punto de penalti, Pedro a la salida de un córner y Jorge desde la frontal del área ponían la igualada en un partido absolutamente vibrante y tenso. Hubo opciones para llevarse la victoria pero el resultado solo puede calificarse de asombroso y magnífico.
Decíamos "tenso" porque el colegiado en el descanso se vio obligado a exigir a instancia del equipo visitante, con buen criterio, al equipo local a volver a pintar el campo ante su nula visibilidad.
Gritar abiertamente que el partido terminó en empate por ese hecho es algo que no merece la pena ni comentar. Entre otras cosas porque el que escribe estas líneas no sabría ni por donde empezar.
Hay que quedarse con la imagen del equipo. Con su espíritu de lucha. No dar por perdido un partido que se perdía por tres goles en la segunda parte es mucho decir. Y todo esto en el campo de uno de los equipos de arriba. Grandísimo partido.
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