jueves, 30 de octubre de 2014

Sufrir, ganar, disfrutar

Segunda victoria consecutiva de la SD Ourol y en la nada fácil cancha de la AD Ferroviaria. 
Se sufrió, se remó mucho pero se ganó. Ese regusto que te queda tras una victoria muy trabajada sabe muy bien. Pero que muy bien. 

No fue el mejor partido de los nuestros, sin duda. Desacertados en el pase, desacertados en los controles, en general a la hora de hilvanar el juego. Pero el fútbol que había sido muy cruel con nosotros nos dio algo de lo que nos había sacado. Si este maravilloso deporte tuviera algo de lógica se habría ganado Roupar y se habría perdido en Lugo. Pero no la tiene. 

Los lucenses dieron primero. Balón a la espalda del lateral izquierdo y disparo de Jose R al primer palo. Como no mandan los cánones. Siguieron los locales generaron juego incluso internándose hasta dentro del área ante una defensa demasiado pasiva. Pero, como se suele decir, el que perdona lo acaba pagando. Se cumplió la máxima una vez más. Disparo de Lalas que no atrapa Omar y Jesús Rial, ejerciendo de nueve, remacha a portería. En esta acción se resentiría de una lesión que lleva arrastrando desde el enfrentamiento ante la SD Cervo-Sargadelos y se acabaría retirando.. para seguir sufriendo desde la grada. 
Los últimos minutos antes del descanso nos dejaron dos detalles. El primero, un tiro libre por parte de los lucenses que besó el larguero y, sobre todo, el golazo espectacular de Brais. Desde el vértice del área, con pierna derecha la puso al palo largo de la portería de Omar que simplemente se limitó a ver como el balón se introducía en su portería. Inalcanzable para todo portero de la categoría. Así se llegaría al descanso. 

La segunda parte no pudo empezar mejor. Lalas transformaba un penalti con una tranquilidad pasmosa. Inmediatamente después un error defensivo hacía que los locales se metieran de nuevo en el duelo. A partir de ahí la anarquía arbitral. El colegiado que no pitó una sola infracción en la primera media hora del partido siguió aplicando su particular criterio en la segunda parte. Dicho criterio consiste básicamente en ver el partido como quien ve llover. Muy flexible con las pérdidas de tiempo, un claro penalti a favor de los locales que dejó de señalar y múltiples infracciones más.. Desquició de tal forma a los locales que terminarían el partido con diez hombres y expulsaría a su entrenador ya con el partido terminado. Desde la grada no dábamos crédito. Dado que sufrimos en más de una ocasión semejantes arbitrajes comprendemos perfectamente lo sentido por los jugadores de la AD Ferroviaria en este partido que, lógicamente, buscaron con ahínco el empate hasta que el colegiado pitó el final haciéndonos sufrir muchísimo. Resistimos. Ganamos. Celebramos.




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