martes, 8 de abril de 2014

Decidirá el Noreña Basanta

No pudieron los rojos sentenciar, quizás, la eliminatoria o, por lo menos, conseguir un resultado que aportara algo más de tranquilidad de cara a la vuelta a pesar de gozar ampliamente de la posesión del balón y de generar más opciones de cara a la portería en la primera mitad.

Dispuso Longarela un equipo con una defensa de cinco hombres  y un doble pivote conformado por Morán y Pardiñeiras de clara vocación defensiva. La actitud de sus hombres estaba dirigida a no encajar gol en campo propio y jugarse el partido en un contragolpe y la eliminatoria el fin de semana que viene. La escasa participación del 10 local en la creación de juego es el indicativo más claro.

En la segunda mitad los esfuerzos tácticos se vinieron abajo. Sobre todo por parte de los locales.

Los de Sanjurjo siguieron a lo suyo. Tocando y buscando la portería rival. El esfuerzo físico se empezaba a notar y, como consecuencia de ello, aparecían los huecos por el centro y a las espaldas de ambas defensas.

Jose empezaba a encontrarse consigo mismo y con la pelota y los de Longarela empezaron a visitar el área de los visitantes con mayor asiduidad. La excelente tarde de Martín evitó que los de Viveiro se pusieran por delante.

Pasado el primer tercio del segundo tiempo el Parga CF se puso por delante en un saque de esquina en el que tras varios rechaces Dani, prácticamente en línea de gol, remachó a placer. La importancia de haber transformado en campo ajeno pareció dotar de tranquilidad al juego de los visitantes. Sin embargo a falta de cinco minutos para cumplirse el tiempo reglamentario, cuando más cercano parecía el 0-2 llegó el empate también por medio de un saque de esquina botado por Jose en el que Magüell aprovecha su buen juego aéreo para, en el segundo palo, enviar el balón a la red.

No pararon los dos conjuntos. De hecho el resultado pudo ser otro. Tanto victoria local como visitante. En el minuto 91 los de Sanjurjo perdonaron un mano a mano delante de Cadenas en el que, quizás, el excesivo tiempo del que dispuso el delantero le privó de tomar una decisión más correcta y en la última jugada del partido, a balón parado, otro cabezazo de Mangüell se fue al larguero. El rechace lo cabeceó Pardiñeiras, a portería vacía, arriba. Segundos después el árbitro señaló el final del partido.




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