No se
puede sufrir tanto pero no puede saber mejor. Al final llegó la recompensa a
todo el trabajo realizado. A un proyecto en que se apostó por un fútbol
atractivo. El fútbol dio al conjunto lucense lo que el año pasado le privó de
conseguir ante el Alcoyano. Fueron insuficientes noventa minutos. Se
necesitaron otros treinta y una agónica tanda de penaltis para que el deporte
rey abriera las puertas del paraíso al CD Lugo de par en par.
Lo que
se esperaba sucedió. Los gaditanos salieron a por todas. En los primeros dos
minutos dos saques de esquina, el primero se saldó sin consecuencias, el 2º fue
rematado por Murillo de cabeza y se fue fuera por poco.
Los
visitantes apostaron por una táctica de control, tendiendo a lo conservador, la
misma que consiguió tan buenos frutos en Ipurúa y el Estadio Balear. Pero aun
no se había llegado al cuarto de hora y los amarillos se pusieron por delante.
Góngora centró desde la banda izquierda, el balón quedó muerto en el punto de penalti y Ferreiro
remató con la pierna izquierda para batir a Escalona a contrapié. El orensano
se mostró tremendamente incisivo y mantuvo un buen duelo con Manu.
El Lugo
no se acercó hasta la portería de Aulestia hasta el minuto 20, de disparo desde
fuera del área de Pita. El Cádiz bajó el ritmo y los del Ángel Carro lo
aprovecharon a lo grande. Yuste perdió un balón en el medio del campo, Isma
condujo el balón y se lo pasó a Monti en el momento justo que, con el interior,
la colocó con calidad. Respiró hondo el conjunto de Setién y pudo hacerlo
todavía más si Belencoso aprovecha una contra en la que su disparo desde la
frontal no lo ataja Aulestia. Disfrutaban los aproximadamente 300 seguidores
desplazados desde la capital lucense.
Quedaba un cuarto de hora para el descanso y el conjunto andaluz volvió a subir el ritmo. Ikechi encaró a Aitor y su centro, su pase de la muerte no fue empujado por Juanjo a la red por muy poco. Y en el minuto 45 Góngora se adentró en el área y Pita lo derribó. Óscar Pérez lo lanzó a la derecha de Escalona y éste apareció. Decisivo. El conjunto amarillo se retiraba al vestuario cabizbajo. Entendían que habían hecho más que suficiente para ir ganando el partido. Razón no les faltaba.
Comenzó
la 2ª parte y no lo pudo empezar de peor forma. En la primera acción un centro
fue tocado por Juanjo y Dioni remachó a la red. Volvían a creer. Un balón de
oxígeno. Siguieron dominando y en otro centro Óscar Pérez Juanjo la empujó a la
red. Eliminatoria empatada. Otro partido empezaba en ese momento.
Los
cadistas bajaron el nivel, su físico mermó, el calor y el esfuerzo realizado
era enormes. El CD Lugo se hizo con el control del partido pero sin crear
muchas ocasiones de gol. Eso sí, en el descuento, Berodia pudo evitar todo lo
que vino después. En una internada por la izquierda Belencoso la puso en el
punto de penalti y Berodia, completamente solo la echó a las nubes. Ahí estuvo.
El partido, la eliminatoria se iba a la prórroga.
El
tiempo extra fue un pacto de caballeros. El equipo gaditano con visibles
problemas físicos, los lucenses sin arriesgar. Se llegó a la tanda de penaltis.
La secuencia que llevó que llevó al CD Lugo a la categoría de plata tras 20
años es la siguiente:
Todo lo que vino después ha sido simplemente apoteósico. Una ciudad detrás. La fiesta en imágenes:
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